El cerebro como hilo conductor
Buenas a todo el mundo y bienvenidos a esta nueva entra del blog de Neuroeducación Web. En este caso, vamos a tratar sobre la neuroeducación en el aula, teniendo en cuenta el cerebro como hilo conductor.
Hace poco me preguntaron cómo estimular a un bebé de 6 meses. La madre quería saber si era conveniente poner a la niña delante de la tele, mostrarle objetos de colores, entre un largo etc. Lo que quería saber, en resumen, era qué hacer para estimular los aspectos cognitivos.
Otra de las preguntas que más me hacen como profesora de inglés es sobre la edad conveniente para que el niño empiece a estudiar esa lengua. En ambos casos subyace la misma cuestión. Lo que la mayoría de los padres se plantean es cómo estimular los aspectos cognitivos del aprendizaje, pero no son esas las únicas variables que hemos de tener en cuenta, ¿Qué pasa si el bebé no ha desarrollado el patrón cruzado de movimiento? ¿Qué pasa si ese mismo bebé no duerme lo suficiente? O ¿qué ocurre con el aprendizaje de un idioma si el niño no siente interés alguno por enfrentarse a nuevos retos, porque no ha aprendido a tolerar la frustración o el malestar que supone empezar una nueva tarea?
La cuestión es que en el aprendizaje intervienen numerosos factores y que todos pueden ser importantes y es en la base, en los cimientos, donde debemos empezar a construir para optimizar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Los pilares se sustentan en las cuestiones más básicas que garantizan nuestra supervivencia como especie, es decir, sueño, alimentación, movimiento y, por supuesto, sentirnos seguros; para ello, las emociones son el termómetro que guía todo el proceso. Y, por último, no podemos olvidar los aspectos cognitivos, es decir, el tipo de inteligencia, el estilo de aprendizaje, el papel que juega la atención o la memoria…y, todo ello, va de la mano.
Al enseñar y aprender, todos los factores interactúan y el cerebro va a ser nuestro hilo conductor.
4 Pilares de la neuroeducación que hay que tener en cuenta en el aula
Para analizar cada uno de los aspectos que intervienen en el aprendizaje y, sobre todo, hacerlo desde una perspectiva integradora vamos a partir de 4 pilares de la neuroeducación en el aula:
- En primer lugar, igual que en el resto de profesiones, se da por sentado que debemos conocer la herramienta que nos ayuda a trabajar, en nuestro caso es imprescindible tener en cuenta el papel del cerebro en todo el proceso. El cerebro humano ha evolucionado para educar y ser educado; y ser capaces de explicar y comprender los procesos cerebrales que están en la base del aprendizaje: la memoria, las emociones, los sentimientos… podría modificar las estrategias pedagógicas para adecuarlas a las características de las personas y sus necesidades específicas, consiguiendo así que nuestros métodos de enseñanza se adapten a las etapas del desarrollo evolutivo y a las diferencias individuales. Por ello, en nuestro caso, analizamos el papel del cerebro en cada caso.
- En segundo lugar, a lo largo de la historia son muchos los modelos que han intentado explicar el aprendizaje desde una perspectiva diferente y en numerosos casos alejada del modelo anterior. El conductismo se centró en el análisis de la conducta, el cognitivismo lo hizo en los aspectos cognitivos, Bandura en el aprendizaje social, y así un largo etc. En nuestro caso, sin pretender hacer un análisis exhaustivo de todas ellas, partimos de que cada teoría del aprendizaje hace aportaciones parciales y complementarias al proceso, planteándonos la utilidad de usar aspectos concretos independientemente de que el modelo global nos resulte útil o no.
- En tercer lugar, la clave está en que al enseñar y, por supuesto, para aprender, debemos partir de las diferencias individuales, y tener en cuenta desde una perspectiva global e integradora todas las variables que intervienen en el aprendizaje, ya que todas ellas pueden ser igual de importantes, contemplando tanto los aspectos cognitivos, afectivo-motivacionales, sociales, físicos, como las estrategias autorreguladoras del proceso de aprendizaje (lugar, tiempo, planificación…) y que debe ser la habilidad del profesor la que seleccione la más apropiada en cada caso. Por ello planteamos una división que parte de los aspectos físicos, comenzando por la neurona, el sueño y la alimentación, pasando por los aspectos emocionales, analizando los reforzadores en el aula, el papel de las emociones en el aprendizaje o el papel del auto concepto… Desde la perspectiva social presentamos una breve introducción al trabajo cooperativo en el aula. Para el análisis de los aspecto cognitivo proponemos una doble división en procesos cognitivos básicos (percepción, atención y memoria) y superiores (lenguaje, pensamiento, creatividad e inteligencia. la inteligencia).
- Partimos de la necesidad de que el conocimiento que nos aporta la ciencia se aplique de forma práctica en el aula.
Y en todo ello, el cerebro va a actuar como hilo conductor, permitiéndonos aglutinar perspectivas tan diferentes.
¿Estás usando el cerebro del alumnado como base del proceso de enseñanza-aprendizaje? Es muy importante para que este proceso sea lo más eficiente posible.
Muchas gracias por su atención. Pronto más contenidos de neuroeducación en el blog.
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